Diversos signos parecen apuntar que las economías europeas, o al menos las consideradas "centrales", estarían saliendo de la recesión antes de lo previsto. El aumento del turismo este verano, comparativamente al de años anteriores, estaría entre esos signos. Los organismos internacionales y principales medios de comunicación ya han empezado a echar las campanas al vuelo. Se dice que, aunque Europa no puede tirar del tren de la economía mundial, sí puede ser un "motor" de cierta importancia, por lo menos como para sustituir el tirón de la economía china, que, en cambio, está creciendo menos de lo previsto. Lo que tiene preocupados a los expertos es que ese mayor crecimiento de Europa se traduzca en impulso (indudablemente con la ayuda de otros) para la recuperación simultánea de la economía mundial, para lo cual sería necesario que Europa pasara a importar más. Pero, y aquí viene mi comentario, esto es difícil que ocurra, toda vez que Europa ejecuta políticas ("de austeridad") tendentes a mantener deprimido su consumo interno, tanto público como privado, con objeto de ahorrar más de lo acostumbrado y poder "desapalancarse", o sea, devolver la deuda que, según los de por aquí, aplasta a nuestras economías. Con lo cual, no; es probable que este inesperado crecimiento, que la economía global espera como maná, no sirva de estímulo al resto del mundo, por cuya razón terminará agotándose en sí mismo. Y vuelta a empezar.
viernes, 16 de agosto de 2013
Europa sale de la recesión
Diversos signos parecen apuntar que las economías europeas, o al menos las consideradas "centrales", estarían saliendo de la recesión antes de lo previsto. El aumento del turismo este verano, comparativamente al de años anteriores, estaría entre esos signos. Los organismos internacionales y principales medios de comunicación ya han empezado a echar las campanas al vuelo. Se dice que, aunque Europa no puede tirar del tren de la economía mundial, sí puede ser un "motor" de cierta importancia, por lo menos como para sustituir el tirón de la economía china, que, en cambio, está creciendo menos de lo previsto. Lo que tiene preocupados a los expertos es que ese mayor crecimiento de Europa se traduzca en impulso (indudablemente con la ayuda de otros) para la recuperación simultánea de la economía mundial, para lo cual sería necesario que Europa pasara a importar más. Pero, y aquí viene mi comentario, esto es difícil que ocurra, toda vez que Europa ejecuta políticas ("de austeridad") tendentes a mantener deprimido su consumo interno, tanto público como privado, con objeto de ahorrar más de lo acostumbrado y poder "desapalancarse", o sea, devolver la deuda que, según los de por aquí, aplasta a nuestras economías. Con lo cual, no; es probable que este inesperado crecimiento, que la economía global espera como maná, no sirva de estímulo al resto del mundo, por cuya razón terminará agotándose en sí mismo. Y vuelta a empezar.
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