Sorprende ver el número de personas, algunas de ellas de relevancia
como el premier griego Alexis Tsipras, que al ser preguntadas ante las cámaras
sobre el presidente electo de EE.UU. responden algo así: «Al principio me
asusté bastante, pero ahora pienso que a lo mejor tiene un plan; veremos». Es
una reacción típica ante la incertidumbre que sabemos que no remitirá.
Más sensato sería atender a los claros signos de que Trump
no sabe qué hacer más que en un corto número de asuntos que sólo le importan a
él. Por ejemplo, entre los nombres que suenan para puestos clave en la nueva
administración, pocos hay con experiencia de gestión pública; Trump parece
preferir a sus familiares (su yerno Jared) y amigos (como Bannon) que lo
ayudaron en la campaña, ninguno de los cuales tiene experiencia y candidatos
por tanto a dejarse seducir por el reverso tenebroso del poder ignorando el
componente de responsabilidad, que generalmente requiere años de experiencia para
ser apreciado. Muchos tomarán esta clase de opciones como muestra de
beligerancia antisistema, cuando en realidad es simple inmadurez en la gestión
pública.
Que Trump no tenga un plan no quiere decir que se verá
bloqueado a la hora de hacer cosas. Hizo promesas muy escandalosas durante la
campaña, y querrá cumplirlas. Por ejemplo, el famoso muro que quiere construir
en la frontera de México, o la renegociación (con amenaza de romperlo) del
Tratado de Libre Comercio con Canadá y México. Pero todas estas cosas no
configuran un plan, en el sentido que querrían los buenos deseos de los
entrevistados. Si acaso, integran lo que en castellano se llama un desiderátum.
El más listo ha sido Putin, que se ha dado perfecta cuenta
de lo que supondrá la nueva administración: la liquidación del «nuevo orden
mundial» soñado por George Bush, padre. Trump tiene la vaga noción de que ese
orden ha dejado de ser bueno para EE.UU., pero el nuevo presidente carece de
pericia para defenderlo, si quisiera. Tras su presidencia, Estados Unidos
dejará de ser para sus amigos el socio confiable que ha sido desde el fin de la
Segunda Guerra Mundial.
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