Se va conociendo información que permite a uno hacerse una idea bastante precisa de la evolución de las finanzas públicas de España a lo largo de este año, de su tremendo deterioro (presumiblemente, como consecuencia del ahondamiento de la recesión) y de la inevitabilidad de pedir árnica al Banco Central Europeo y/o la Unión Europea en su conjunto vía el Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE). Esta situación se complica con los compromisos que va adquiriendo el gobierno, sobre todo en materia de recapitalización bancaria, de la que me he ocupado en otro momento. En la presente entrada, utilizo datos del Banco de España y del Tesoro público.
Visto en perspectiva de la historia más reciente, España fue construyendo una sólida posición financiera hasta 2008, que se deterioró levemente en 2009, para caer en barrena desde entonces. Una de las razones que han dado un apreciable margen de maniobra al gobierno durante este año, del que carecieron Grecia e Irlanda en 2010 y Portugal en 2011, es la sólida tesorería acumulada en el periodo anterior, que casi alcanzó la cifra de 120.000 millones de euros en 2009. Desde entonces, no ha hecho más que disminuir. Este colchón de tesorería ha permitido al gobierno recurrir al mercado de deuda en menor medida de lo que correspondería a sus necesidades corrientes, con lo que ha evitado que la prima de riesgo y los intereses se dispararan, como sucedió a los países que fueron rescatados antes. A finales de 2011, la tesorería ascendía a 78.000 millones de euros, una cifra todavía apreciable. Durante el primer trimestre de este año, la tesorería de las administraciones públicas repuntó en 26.000 millones. Éste es un dato cuyas causas no están claras, toda vez que algo parecido pero de menor cuantía ocurrió en 2011, aunque no en 2010. Durante los meses de abril a agosto, sin embargo, la tesorería ha caído en aproximadamente 37.000 millones, lo que la deja en un total de 67.000 millones. Semejante hundimiento de la tesorería, de prolongarse, significa que España no podría pasar sin rescate desde junio de 2013 en adelante, pues para entonces su tesorería se habría reducido a cero. Gracias a haber tirado de ese colchón, el gobierno ha podido mantener su recurso al mercado de deuda en los niveles previstos a comienzo de año, muy por debajo de lo que habría sido preciso en otro caso; un ítem de la herencia socialista de la que supongo que a Rajoy no le gustaría hablar. Es muy difícil saber si el mantenimiento de la prima de riesgo por debajo de 500 puntos es consecuencia de que las expectativas del mercado han mejorado, o de que el colchón se agota a ritmo aún más acelerado que desde la primavera. Este información la podemos tener conforme el Banco de España y el propio Tesoro vayan publicando más datos.
Nota añadida el 18.10.12: Un dato que se da en el texto, aun siendo correcto, podría inducir a error. Se trata de lo que aquí se ha denominado «tesorería del gobierno» o «de las administraciones públicas». Entendía yo que el asunto estaba claro, o sea, que incluye la tesorería de todas las administraciones públicas, tanto central como autonómicas y locales, y que en todo caso es el dato más relevante puesto que si una administración no central se queda sin recursos la administración central tendrá que acudir en su rescate, como ya está ocurriendo con varias autonómicas. Pero dado que podría pensarse que es la administración central, o sea, el gobierno de la nación, el que disponía a 31 de agosto de 67.000 millones de euros en efectivo, aclaro sus cifras. El gobierno central alcanzó un máximo de tesorería en 2008, con 75.000 millones de euros; en 2009, cayó a 68.000 millones; y, en 2010, a 36.000 millones. En 2011, se recuperó de forma considerable, llegando a casi 57.000 millones a 31 de diciembre. En el primer trimestre de 2012, ascendió a 98.000 millones, lo que parece su máximo absoluto, para caer vertiginosamente a partir de abril, hasta totalizar 38.000 millones a fines de agosto.
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