El Banco de España acaba de hacer público que la balanza de pagos de la economía española ha vuelto a deteriorarse en enero de 2014, por ampliación de la brecha entre importaciones y exportaciones. Es un dato particularmente desfavorable para el nuevo modelo económico español, eminentemente exportador. Junto a eso, el BdE ha dado a conocer que, en el mismo mes, salieron de España capitales por importe de 4.600 millones de euros, frente a los 28.000 millones que entraron en enero de 2013. Rigurosamente cierto. Lo que resulta más sorprendente es que no haya dado, al mismo tiempo, el dato de febrero en cuando a salida o entrada de capitales, dato que también tiene.
Desafortunadamente para todos, en febrero de 2014 ha vuelto a registrarse una nueva salida neta de capitales. Han salido por importe de 11.000 millones, frente a los 12.000 que entraron en febrero de 2013. Se encadenan así dos meses de salida de capitales, por un total acumulado superior a 15.000 millones de euros, que se comparan negativamente con los 40.000 ingresados en enero-febrero de 2013. Se rompe la serie de dieciséis meses, de agosto de 2012 a diciembre de 2013, en los que habían estado entrando capitales España de forma prácticamente ininterrumpida. Se prefigura un posible cambio de tendencia, de lo más preocupante.
Estos datos de salida de dinero, unidos a la posibilidad de que España pueda estar entrando en deflación y a otros indicadores, como la caída ininterrumpida de las ventas minoristas, anuncian un agotamiento ciertamente prematuro de los efectos de los recortes y reformas del gobierno Rajoy. Y es verdad que estos datos no han afectado, de momento, a la prima de riesgo y a los intereses pagados por la deuda. Pero estos últimos conciernen a la imagen que los mercados se forman de la coyuntura, imagen que siempre va por detrás de la realidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario